“Odio mi mano izquierda. Odio mirarla. Odio cuando se estremece y tiembla y me recuerda que mi identidad ha desaparecido. Pero la miro de todos modos, porque también me recuerda que voy a encontrar al chico que me lo arrebató todo. Voy a matar al chico que me mató, y cuando lo haga, voy a hacerlo con mi mano izquierda”.
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Portada El mar de la tranquilidad Katja Millay |
Sinopsis:
La antigua prodigio del piano Nastya Kashnikov solo quiere dos cosas: terminar
el instituto sin que nadie conozca su pasado y conseguir que el chico que se lo
arrebató todo –su identidad, su espíritu, sus ganas de vivir- pague por lo que
hizo.
La
historia de Josh Bennett no es ningún secreto. Cada persona a la que ha amado
ha sido arrancada de su vida, y a los diecisiete años no le queda nadie. Ahora
lo único que quiere es estar solo. Y parece que la gente comprende que no
necesita compañía.
Todos
excepto Nastya, la misteriosa chica nueva del instituto, que poco a poco irá
acercándose a él. Pero cuanto más llega a conocerla Josh, mayor es el enigma. A
medida que su relación se intensifica, las preguntas sin respuesta salen a la
luz y él comienza a preguntarse si alguna vez sabrá quién es Nastya en
realidad, o incluso si quiere descubrirlo.
El mar de la Tranquilidad
es una novela young adult intensa y
misteriosa con un punto de intriga que se mantiene al mismo nivel durante toda
la lectura. Un libro en el que se nos van desvelando con cuenta gotas los
detalles de las vidas de unos protagonistas potentes y magnéticos.
Una
novela en la que existen dos voces narrativas que se van alternando. Además, cada
capítulo está precedido por un monólogo interior, que nos va descubriendo los
sentimientos, deseos y pensamientos de cada uno de los protagonistas. Por otro
lado, aparte de la trama de venganza
por parte de Nastya, en la novela destaca también la trama amorosa, una historia
de amor que no comienza con un flechazo, sino que se va cocinando poco a poco,
a fuego lento.
Los
protagonistas son Nastya y Josh, dos personas rotas que se
encuentran en el camino y tratan de arreglarse mutuamente.
Nastya
no habla. Es lo primero que conocemos de ella, casi lo único seguro que
conocemos de ella. Un personaje protagonista muy alejado del prototipo de chica
de muchas novelas románticas juveniles, lo que ya de por sí atrapa al lector
desde el principio. Un personaje potente, que emana mucha fuerza pero también
sensibilidad.
“En realidad, morir no está tan mal cuando ya lo has hecho una vez. Y yo lo he hecho. Ya no tengo miedo de la muerte. Tengo miedo de todo lo demás”.
A
este personaje se le une Josh, un chico solitario que evita todo contacto con la
gente. Sin embargo, ambos personajes se ven irremediablemente atraidos el uno
por el otro. De este modo, cada personaje supone para el otro un mar de
tranquilidad: una superficie llana donde aterrizar y sentirse seguros,
tranquilos.
Josh
tiene una habilidad especial y un hobby: la carpintería, en la que se vuelca
por completo. Su mundo, el pequeño mundo que se ha creado cuyo único habitante
es él, se ve tambaleado por la llegada de Nastya. Esa frialdad e introversión
propias de él se dejan entrever en sus relaciones con las chicas. Mantiene con
una chica, una universitaria, una relación puramente corporal, física, alejada
de todo sentimiento. El único contacto que se permite con el resto del mundo es
con Derek, su mejor amigo, y su familia.
En
conclusión, El mar de la tranquilidad
es un libro intenso, sorprendente y tremendamente atrapante, que te tiene en
vilo hasta el final. Una vuelta de tuerca a la típica novela juvenil
con una protagonista única, descarada y magnética.
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