"Todos podemos tener nuestro propio milagro, solo hace falta mirar un poco más allá, quitarnos la venda de los ojos que en ocasiones nos ciega".
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Portada Noches Blancas |
En Noches Blancas sus autores, John Green, Maureen Johnson y Lauren Myracle no ofrecen tres historias de amor unidas entre sí por unos personajes
realistas y con personalidad... unos adolescentes tremendamente normales
con un comportamiento... típico adolescente. Un libro que entrelaza tres historias de
amor narradas por tres de los autores más vendidos y aclamados de la
literatura juvenil.
En el primer relato, Jubilee
está dispuesta a pasar las mejores navidades de su vida con su novio Noah
y su familia. Pero todos sus planes se desmoronan cuando sus padres son
encarcelados y se ve obligada a coger un tren para pasar las fiestas con sus
abuelos en Florida. Jubilee está desesperada por ponerse en contacto con Noah,
mientras que él apenas se preocupa por ella. La situación empeora cuando el
tren queda atrapado por la nieve cerca de Gracetown y se ve acorrolada por un
nutrido grupo de animadoras chillonas. Desesperada por escapar del tren, la
protagonista huye hacia la Wafle House donde conocerá a Stuart,
un chico que se ofrece para cobijarla en su propia casa.
Jubilee es una adolescente un
tanto insegura que sale con el chico más popular del instituto. El hecho de salir
con Noah hace que su propia autoestima aumente y se quiera más a sí misma.
Noah es el típico chico que
"lo tiene todo": guapo, popular, as de los deportes y con las mejores
notas del curso. Sin embargo, solo se preocupa por sí mismo y sus cosas, esperando
que sean los demás quienes giren a su alrededor y se amolden a él. Por el
contrario, Stuart es la antítesis de Noah. Un chico que se
preocupa por Jubilee y se interesa por su situación. Aunque su vida está
marcada por la ruptura con su novia, una egocéntrica animadora que no ve más
allá de su propio ombligo.
En Un milagro de
Navidad muy animado, Tobin está viendo un maratón de James
Bond con sus mejores amigos (Duque y JP)
cuando Keun, su amigo que trabaja en la Wafle House, les llama para avisarles
de que un grupo de animadoras han entrado en el local. Ellos cuentan con la
mayor ventaja para llegar los primeros y hacerse con ellas. Los tres amigos,
tras varias desventuras, consiguen llegar los primeros. Sin embargo, a veces no
nos hace falta buscar fuera para encontrar lo que queremos.
Tobin es un adolescente loco
por las chicas y dispuesto a todo para conseguirlas e impresionarlas, hasta el
punto de utilizar los celos como forma de llamar la atención. Pero al contrario
que su mejor amigo JP, no es muy superficial, viendo más allá de las
apariencias. Por otro lado, Duque no es una adolescente al
uso: le encanta comer y hacer "cosas de chicos", aunque le gustaría
que la vieran como una "chica de verdad", sobre todo Tobin.
El último relato nos
presenta a Addi, una adolescente que no ve más allá de su
propio ombligo y piensa que sus problemas son mucho más importantes que todo lo
que les pueda suceder a los demás. Ahora está pasando por un momento de
crisis por ponerle los cuernos a su novio, excusándose en que necesitaba que la
hicieran más caso. Sin embargo, según pasa el tiempo, no puede obviar el hecho
de que toda la gente de su alrededor no hacen sino insistirle en que deje de
pensar en sí misma y empiece a fijarse un poco más en los demás.
Addi es una joven de 16
años egocéntrica que cree que el mundo gira a su alrededor, hasta el punto
de pedirle a su novio que cambie por ella. Una adolescente egoísta con un ángel
de la guarda muy particular. En el lado opuesto se encuentran Tegan y Dorrie,
sus mejores amigas. Tegan es una chica muy optimista y alegre,
mientras que Dorrie es quien aporta el punto realista y
coherente al grupo. Una chica que no duda en decir lo que piensa aunque pueda
dañar los sentimientos de los demás.
En mi opinión el mejor
relato es el último. Una historia más completa y dinámica con un gran arco de
transformación de la protagonista, sin perder ese punto realista gracias al
cual nos sentimos identificados y nos lleva hasta la empatía con cada uno de
los personajes.
Al principio la novela parece
más simple de lo que es, da la sensación de que son las típicas historias de
adolescentes
para entretener a los adolescentes. Pero según se van leyendo y profundizando
en los temas nos damos cuenta que son algo más, y que tienen un punto que no
solo hace que nos sintamos identificados con los temas y los personajes, sino
que nos despiertan un sentimiento de comprensión, compenetración y
complicidad.
A todo ello contribuye
el lenguaje
simple y jerga juvenil empleado, así como la descripción de escenas
realistas, o dicho de otro modo: que a todos nos podría pasar.
En conclusión, el libro
podría definirse en tres frases:
1. No debemos dejar que
nuestra autoestima, amor propio y felicidad dependan de los demás.
2. A veces no nos damos
cuenta de que lo que realmente queremos lo tenemos delante. Solo nos hace falta
"ver".
3. En ocasiones estamos
tan ciegos pensando en nosotros mismos, que no nos damos cuenta cómo afectan
nuestros actos a los demás.
"Todos tenemos nuestros puntos flacos, querida. Absolutamente todos. Y créeme, todos, todos cometemos errores".
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