miércoles, 28 de diciembre de 2016

RESEÑA: EL EFECTO MARCUS


Portada El efecto Marcus
Jussi Adler-Olsen

El efecto Marcus es el quinto libro de la saga Departamento Q de Jussi Adler-Olsen. Un libro con una trama un poco más compleja que los anteriores, en el que se mezcla la trama de novela negra con una trama política y de estafa económica. Una vuelta de tuerca a las aventuras del Departamento Q, quizás no muy acertada.


Sinopsis: Marcus solo tiene quince años. Desde niño pertenece a una banda cuyo violento líder, Zola, obliga a sus miembros a robar y a cometer actos criminales. Cuando amenaza con mutilarlo para que inspire más pena a la hora de pedir limosna, Marcus se escapa y durante su huida encuentra un cadáver. Más tarde averigua que se trata del cuerpo de William Stark, responsable de un proyecto de ayuda al desarrollo en África. Marcus se convierte así en un peligro para Zola, encargado de cometer el asesinato, y para personas muy poderosas y sin escrúpulos. La investigación arrastrará a Carl, Assad, Rose y Gordon, el nuevo mienbro del Departamento Q, a una ciénaga de corrupción y crímenes en el mundo de la política y las finanzas, cuyos tentáculos llegan hasta la selva africana.


Se puede decir que la historia se divide en dos, cuyo eje central es la figura de Marcus. Por un lado, tenemos la propia historia de Marcus, quien intenta escapar de las garras de Zola y comenzar una nueva vida. Por otro lado, la trama de la corrupción política y economica en la que se ve envuelto Marcus al encontrar el cadáver de William Stark, el responsable de un proyecto de ayuda al desarrollo en África.


Marcus es el principal protagonista de esta historia, dejando a un lado a los protagonistas del Departamento Q. Marcus es un chico de quince años con un gran talento, en el mal sentido de la palabra, para el delito. Sin embargo, en el fondo de su ser aborrecía su modo de vida y todo lo que hacía. Marcus solo quiere ser un niño normal, con una familia e ir a la escuela. Es un chico despierto, curioso y muy inteligente.

También tenemos como personajes a los miembros del Departamento Q (Carl, Rose y Assad) y un nuevo miembro, Gordon, quien creo que  no aporta nada a la historia Es más, resulta un personaje bastante molesto e irritante, carente de personalidad y carácter.
En este libro, Carl se encuentra con un jefe nuevo al que no soporta, un nuevo miembro en su departamento terriblemente irritante y problemas amorosos con Mona y Lisbeth.  Por lo demás, su vida sigue prácticamente igual.
En cuanto a Assad, este se está recuperando del golpe recibido en la cabeza en el caso anterior. En este nuevo libro, vamos a descubrir algún dato más sobre su pasado.
Respecto a Rose, en esta nueva entrega su personaje queda un poco de lado.


Es una novela que me ha resultado un poco tediosa por los enredos de las tramas, que en algunas ocasiones me han parecido un poco flojos, como cogidas con pinzas. Además, creo que es más largo de lo que necesita ser el libro.  En un principio las tramas resultan atractivas y envolventes: una trama de corrupción politica y financiera y una trama criminal cuyo protagonista es Marcus. Sin embargo, la trama de corrupción se va enredando, en mi opinión, demasiado, de forma que algunas salidas a los problemas parecen como si el mismo autor no hubiera sabido cómo quitárselos de encima. Por otro lado, la trama de Marcus me parece demasiado larga y que en ocasiones vuelve una y otra vez sobre el mismo asunto sin avanzar demasiado en la historia.

Por otro lado, la resolución del caso me parece pobre y la intervención del Departamento Q, lo que le da un punto entretenido a la historia, muy escasa.

En general no me ha parecido un libro especialmente interesante ni atractivo, con unas tramas muy enrevesadas, donde el asesinato queda relegado a un segundo plano.

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