jueves, 1 de septiembre de 2016

RESEÑA: CIUDADES DE PAPEL



“Mi milagro fue el siguiente: de entre todas las casas de todas las urbanizaciones de toda Florida, acabé viviendo en la puerta de al lado de Margo Roth Spielgelman”.


Portada Ciudades de papel
John Green
Sinopsis: En su último año de instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos del corazón… Pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, se presenta en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito. Después de una intensa noche que reaviva el vínculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño reguero de pistas.



“Y quise decirle que para mí el placer no era planificar, hacer o no hacer. El placer era obsevar nuestros hilos cruzándose, separándose y volviéndose a juntar”.


El libro es una búsqueda continua de la identidad, de conocerse a uno mismo y conocer a los demás: ¿vemos en los demás y en nosotros mismos solo aquello que queremos ver? En su camino para encontrarla, Quentin no solo descubrirá nuevas cosas sobre la chica a la que creía conocer y de la que estaba enamorado, sino que también se descubrirá a sí mismo y que, quizás, a las personas no se las ve como realmente son.


“Cuanto más tiempo llevo en mi trabajo –me dijo-, más cuenta me doy de que los seres humanos carecemos de buenos espejos. Es muy difícil para cualquiera mostrarnos cómo se nos ve, y para nosotros mostrar a cualquiera cómo nos sentimos”.



Por otro lado, la novela está dividida en tres partes y un prólogo, donde nos cuentan una experiencia que tuvieron ambos protagonistas cuando tenían diez años, y que de alguna manera marcó sus vidas. La primera parte tiene que ver con la visita nocturna que le hace Margo a Quentin y su disparatada propuesta: que le acompañe en una noche de venganza y bromas. La segunda parte comienza con la desaparición de Margo y se centra en las investigaciones de Q (como le llaman sus amigos) para intentar encontrarla. Y la tercera parte es una especie de cuenta atrás hasta que consiguen dar con ella. La verdad es que esta es la parte que más me ha gustado y la que más enganchada me ha tenido.

En cuanto a los personajes, el protagonista es Quentin, un adolescente inteligente con las ideas muy claras de lo que quiere en el futuro. Está en el último curso de instituto. Es un chico inseguro, fan de los videojuegos y perseverante. La otra gran protagonista es Margo, su vecina de toda la vida. Una chica misteriosa de la que apenas se nos desvelan varias cosas. Es una chica aventurera, decidida, popular y admirada pero rota por dentro.


“A Margo siempre le gustaron los misterios. Y teniendo en cuenta todo lo que sucedió después, nunca dejaré de pensar que quizá le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno”.


La verdad es que no he empatizado con ninguno de los personajes. Creo que realmente no acabas de conectar con ellos. Me parecen un poco simples, vacíos, distantes. Sin embargo, uno de los personajes que más me ha gustado es Ben, uno de los secundarios junto a Radar y Lacey, y mejor amigo de Q. Ben es un chico divertido, irónico, con salidas bastante chistosas que te hacen reir. De hecho, creo que son más completos y me gustan más los personajes secundarios.


Tras leer Bajo la misma estrella y Buscando a Alaska tenía grandes expectativas repecto a este libro y he de decir que me ha decepcionado un poco. Creo que es el más flojo de los tres. Por una parte, se me hacen un poco pesadas y repetitivas las continuas especulaciones acerca de cómo es realmente Margo, quién es cuando no es Margo. Creo que da demasiadas vueltas sobre el mismo tema; y por otro lado, me resulta un tanto cansina la obsesión de Quentin por encontrar y entender a Margo. Eso sí, al igual que los otros libros, esta novela está plagada de reflexiones y frases para recordar.


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