martes, 20 de septiembre de 2016

RESEÑA: MORIR NO ES TAN FÁCIL



“Los muertos no pueden hablarnos. Pero eso era mentira. […] estaba muerto… y aún así seguía contándole todas las verdades que necesitaba saber”.


Portada Morir no es tan fácil
Belinda Bauer
Patrick es un chico con Asperger que tras la muerte de su padre intenta entender qué nos pasa cuando morimos, y cree que a través de la disección de cadáveres puede encontrar las respuestas que busca. Por ello, se apunta a un curso de anatomía en la Facultad de Medicina. El cadáver que les asignan es Número 19, un hombre de mediana edad que supuestamente murió de un infarto. Sin embargo, Patrick empieza a sospechar que Número 19 fue asesinado.


La novela cuenta con dos protagonistas, dos voces narrativas que se van alternando para contar su historia.

Patrick es el protagonista. Un joven con síndrome de Asperger que te hace ver la vida con otros ojos. Se obsesiona con el tema de la muerte tras morir su padre atropellado, y no para de investigar hasta que consigue las respuestas que necesita. Es obsesivo, constante, muy metódico y no se da por vencido, lo que le lleva a investigar hasta el final. Es una persona seria y tremendamente sincera. Su arco de transformación es innegable y admirable. Nos hace sentirnos orgullosos a los lectores de sus propios progresos. Comienza siendo una persona de ideas fijas y muy cerrada en sí misma y sobre todo no soporta el contacto físico. Tiene problemas para entender las emociones, la ironía y el humor. Según va avanzando la historia va descubriendo, asimilando y relacionando las emociones de los demás. Podría decirse que su paso por la universidad no solo supone una ruptura con su vida cotidiana, sino que supone un cambio para su ser, una evolución hacia la comprensión de los demás. Es asombrosa la sencillez y maestría con las que Belinda nos pone en la piel de Patrick, empatizando con el personaje, entendiendo su lógica, sus razones y sus actos.

Samuel Galen es un padre de familia que por culpa de un accidente de coche queda en coma. En el hospital, a pesar de que no se pueda mover, va a ser testigo de un crimen contra el cual no puede alzar la voz, solo hacerse entender a través de los parpadeos de sus ojos.


Es abrumadora la capacidad de Belinda Bauer para meternos en la piel de una persona que padece el síndrome de Asperger y otra que está en coma. Resulta fascinante y a la vez inquietante las sensaciones que se viven al vernos inmersos y empatizando con esas dos personas. Además, las tramas de todos los personajes se van uniendo de una forma excelente y coherente, aportándole gran naturalidad a los hechos. Nada queda pendiente, todo está debidamente ligado y justificado.


En mi opinión, gracias a la estructura del libro en cuatro partes, que coinciden con los giros de los acontecimientos, la novela logra un gran dinamismo y crear gran expectación en los lectores. Es más, el desenlace de la historia no impide que haya un nuevo giro de los acontecimientos, un nuevo clímax para acabar con un final tan inesperado como genial. Asimismo, el lenguaje que emplea Belinda pasa de la simpleza a los tecnicismos propios de la medicina, y de la jerga juvenil a la ironía con gran acierto, dotando así a cada personaje de grandes personalidades y peculiaridades que los hacen únicos.

martes, 13 de septiembre de 2016

RESEÑA: EL REGRESO DEL CATÓN



El regreso del Catón de Matilde Asensi es la esperada segunda parte de la novela El último Catón. Un libro en el que tenía puestas grandes expectativas y que no obstante se han ido desinflando según avanzaba en la lectura. Una novela cuya sinopsis promete más que todo el libro.

Portada El regreso del Catón
Matilde Asensi
Sinopsis: ¿Qué pueden tener en común la Ruta de la Seda, las alcantarillas de Estambul, Marco Polo, Mongolia y Tierra Santa? Eso es lo que los protagonistas de El último Catón, Ottavia Salina y Farag Boswell, tendrán que averiguar poniendo de nuevo sus vidas en peligro para resolver un misterio que arranca en el siglo I de nuestra era.

Hace diez años que la ex monja Ottavia y su marido Farag descubrieron la tumba de Constantino y a los Staurofilakes. Ahora, son profesores de una Universidad en Canadá y viven en una casa en el campus junto a su sobrina Isabella, el único familiar de Ottavia que todavía le dirije la palabra tras dejar atrás el clan de su madre en Palermo. El que fuera su amigo, el guardia suizo Kaspar, ha renunciado a ejercer de Catón. Sin embargo, todo cambia cuando entran a escena el matrimonio Simonson, una multimillonaria pareja que les ofrecen pruebas de la existencia de unas tumbas entre las cuales podría encontrarse la de Jesús de Nazaret. Sus deseos son simples: que Farag y Ottavia se adentren en la búsqueda de los restos de los osarios.

Tras superar las reticencias iniciales de Ottavia, debido a su fe cristiana, se embarca junto a Farag, su sobrina Isabella y el ex Catón y su hijo Linus, a una carrera contrareloj para recuperar los osarios antes de que lo haga el Vaticano.
Para encontrar las tumbas tendrán que hacer frente a una serie de pruebas que pondrán en juego su fe y sus conocimientos.


El tema principal de esta nueva novela es, sin duda, la búsqueda de los osarios. Sin embargo, los otros posibles temas secundarios (la relación de Ottavia con su familia, la nueva relación entre Kaspar y Abby) quedan relegados a un segundo plano, resultando un tanto forzoso su desarrollo.


Los personajes principales son Ottavia, Farag y Kaspar, contándose entre los secundarios el matrimonio Simonson, su nieta Abby, Linus y la sobrina de Ottavia, Isabella. No obstante, tanto los personajes principales como los secundarios resultan un tanto planos, sin fondo.

Ottavia es una ex monja, paleóloga y mujer de ciencias que sin embargo muestra una actitud histérica y reacciones infantiles que pueden llegar a ser incluso irritantes.

En cuanto a los personajes de Farag y Kaspar, a penas han evolucionado, para bien o para mal, con respecto al primer libro.

Las novedades las introduce Isabella, la sobrina de Ottavia y joven experta en informática que gracias a sus dotes de “hacker” va a resolver más de un problema. Sin embargo, resulta un personaje poco atractivo, un tanto pasivo y al que se le podría haber sacado mayor partido en la historia, por lo menos para romper los moldes preestablecidos en “El último Catón” y aportar un soplo de aire fresco.

En resumen, podría decirse que se tratan de personajes con una gran carencia de carácter y personalidad, lo que no facilita que exista empatía entre el lector y los personajes.


El ritmo de la novela es lento, a penas tiene puntos de interés y giros de la acción, pasando sin pena ni gloria el clímax del libro. Debido a la gran cantidad de datos históricos que se aportan resulta una lectura pesada y enrevesada, perdiendo en ocasiones el hilo de la historia.

Por otro lado, la novela se hace larga y hay claras partes del libro (como la historia familiar de Ottavia) que se podrían haber reducido o incluso eliminado.


En cuanto a la técnica literaria, Matilde Asensi utiliza un lenguaje muy sencillo, tan sencillo que resulta un libro plano, perdiendo gran parte del interés que podría despertar una novela de estas características. Y el ritmo, como se ha destacado anteriormente, resulta lento y pesado, poco dinámico y con una clara falta de acción y emoción en algunos pasajes.


En mi opinión, el mayor  atractivo del libro es la parte de las pruebas que han de superar hasta encontrar los osarios. Mientras que uno de sus factores negativos es la falta de originalidad, así como de acción y de giros más inesperados. Resulta una novela un tanto predecible.  Otro de los puntos negativos es la falta de unos antagonistas claros y definidos.


En definitiva, El regreso del Catón es una novela de aventuras que trata de seguir con la trama comenzada en el libro “El último Catón”, pero acaba resultando una lectura pesada y tediosa, sin fondo y con una gran falta de imaginación y puntos de interés.

lunes, 5 de septiembre de 2016

RESEÑA: HISTORIA DE UN CANALLA



“Soy un canalla y no me arrepiento de serlo.
He mentido, engañado y manipulado a mi antojo sin que me importaran las consecuencias.
He destruido sueños y reputaciones, he traicionado a los que me han sido leales, he provocado dolor a aquellos que quisieron ayudarme.
He jugado con las esperanzas de quienes pensaron que podrían cambiar lo que soy.
Sé lo que hice y siempre supe lo que debí hacer.
Esta es la historia de un canalla. La mia.”


Portada Historia de un canalla
Julia Navarro
Con Historia de un Canalla, Julia Navarro nos trae una novela diferente, nada corriente, que se aleja del personaje protagonista bueno o medianamente humano, para presentarnos un protagonista, o mejor dicho, a un antagonista en mayúsculas.


Sinopsis: Thomas Spencer sabe cómo conseguir todo lo que desea. Una salud delicada es el precio que ha tenido que pagar por su estilo de vida, pero no se lamenta por ello. Sin embargo, desde su último espisodio cardíaco, una sensación extraña se ha apoderado de él y en la soledad de su lujoso apartamento de Brooklyn se suceden las noches en que no puede evitar preguntarse cómo habría sido la vida que conscientemente eligió no vivir. El recuerdo de los momentos que le llevaron a triunfar como publicista y asesor de imagen, entre Londres y Nueva York en los ochenta y noventa, nos descubre los turbios mecanismos que en ocasiones emplean los centros de poder para conseguir sus fines. Un mundo hostil, gobernado por hombres, en el que las mujeres se resisten a tener un papel secundario.


El libro está dividido en tres partes: infancia, madurez y vejez. Junto a la narración de lo que ocurrió en su vida, de los hechos tal y como sucedieron, se intercalan textos de lo que debería haber ocurrido. Una fórmula para demostrar la falta de arrepentimiento, escrúpulos y corazón del protagonista.

De hecho, el protagonista (Thomas Spencer), más que un protagonista es un antagonista en toda regla. Por mucho que trate de aparentar seguridad en sí mismo, en ocasiones se deja entrever la duda y la inseguridad, demostrando lo que es: un hombre sin escrúpulos, de sangre fría y más ambición que profesionalidad o experiencia que está dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir lo que él quiere. Un hombre que desde que era un niño se hace odiar y se nos atraganta, descubriendo que la maldad del ser humano no tiene límites. Un hombre malvado, un canalla, un demonio, ¿se hace a sí mismo o nace? En este caso queda patente que la maldad del protagonista nace con él, no haciendo sino aumentar su potencial para herir según va creciendo. En ningún momento muestra un ápice de misericordia, empatía o arrepentimiento, llevando su vida y maldad al límite hasta sus últimos días de su vida. Literalmente.


He leido dos obras más de esta autora (Dime quién soy y Dispara, yo ya estoy muerto) y esta nueva novela, al igual que las otras dos, te atrapa desde las primeras páginas sin darte ni siquiera tiempo a suspirar. Sin ninguna duda, lo mejor es la originalidad de la novela, canalla y potente, donde el protagonista no se arrepiente de la vida que ha llevado. Sin embargo, en mi opinión, a veces resulta cansino o repetitiva la fórmula de narrar lo que ocurrió y lo que debería o podría haber ocurrido.

jueves, 1 de septiembre de 2016

RESEÑA: CIUDADES DE PAPEL



“Mi milagro fue el siguiente: de entre todas las casas de todas las urbanizaciones de toda Florida, acabé viviendo en la puerta de al lado de Margo Roth Spielgelman”.


Portada Ciudades de papel
John Green
Sinopsis: En su último año de instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos del corazón… Pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, se presenta en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito. Después de una intensa noche que reaviva el vínculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño reguero de pistas.



“Y quise decirle que para mí el placer no era planificar, hacer o no hacer. El placer era obsevar nuestros hilos cruzándose, separándose y volviéndose a juntar”.


El libro es una búsqueda continua de la identidad, de conocerse a uno mismo y conocer a los demás: ¿vemos en los demás y en nosotros mismos solo aquello que queremos ver? En su camino para encontrarla, Quentin no solo descubrirá nuevas cosas sobre la chica a la que creía conocer y de la que estaba enamorado, sino que también se descubrirá a sí mismo y que, quizás, a las personas no se las ve como realmente son.


“Cuanto más tiempo llevo en mi trabajo –me dijo-, más cuenta me doy de que los seres humanos carecemos de buenos espejos. Es muy difícil para cualquiera mostrarnos cómo se nos ve, y para nosotros mostrar a cualquiera cómo nos sentimos”.



Por otro lado, la novela está dividida en tres partes y un prólogo, donde nos cuentan una experiencia que tuvieron ambos protagonistas cuando tenían diez años, y que de alguna manera marcó sus vidas. La primera parte tiene que ver con la visita nocturna que le hace Margo a Quentin y su disparatada propuesta: que le acompañe en una noche de venganza y bromas. La segunda parte comienza con la desaparición de Margo y se centra en las investigaciones de Q (como le llaman sus amigos) para intentar encontrarla. Y la tercera parte es una especie de cuenta atrás hasta que consiguen dar con ella. La verdad es que esta es la parte que más me ha gustado y la que más enganchada me ha tenido.

En cuanto a los personajes, el protagonista es Quentin, un adolescente inteligente con las ideas muy claras de lo que quiere en el futuro. Está en el último curso de instituto. Es un chico inseguro, fan de los videojuegos y perseverante. La otra gran protagonista es Margo, su vecina de toda la vida. Una chica misteriosa de la que apenas se nos desvelan varias cosas. Es una chica aventurera, decidida, popular y admirada pero rota por dentro.


“A Margo siempre le gustaron los misterios. Y teniendo en cuenta todo lo que sucedió después, nunca dejaré de pensar que quizá le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno”.


La verdad es que no he empatizado con ninguno de los personajes. Creo que realmente no acabas de conectar con ellos. Me parecen un poco simples, vacíos, distantes. Sin embargo, uno de los personajes que más me ha gustado es Ben, uno de los secundarios junto a Radar y Lacey, y mejor amigo de Q. Ben es un chico divertido, irónico, con salidas bastante chistosas que te hacen reir. De hecho, creo que son más completos y me gustan más los personajes secundarios.


Tras leer Bajo la misma estrella y Buscando a Alaska tenía grandes expectativas repecto a este libro y he de decir que me ha decepcionado un poco. Creo que es el más flojo de los tres. Por una parte, se me hacen un poco pesadas y repetitivas las continuas especulaciones acerca de cómo es realmente Margo, quién es cuando no es Margo. Creo que da demasiadas vueltas sobre el mismo tema; y por otro lado, me resulta un tanto cansina la obsesión de Quentin por encontrar y entender a Margo. Eso sí, al igual que los otros libros, esta novela está plagada de reflexiones y frases para recordar.