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Portada No me dejes (Ne me quitte pas) Màxim Huerta |
Tras leer La noche soñada,
me enamoré de la literatura, personajes e historias de Màxim Huerta. Sin
embargo, creo que en No me dejes (Ne me quitte pas) deja un sabor agridulce. Me
explico. Por un lado, tiene unos personajes cercanos, simpáticos, que se hacen
querer; pero por otro lado, la historia es un poco plana y simple, con una
narración compleja por los cambios de tiempo y narrador que a veces hace que
nos perdamos en la lectura. Pero desgranemos un poco el libro.
“Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de
noche a su floristería. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y
les da un tiempo a sus plantas para que se coloquen, porque imagina que han
estado toda la noche mezclándose unas con otras. Nunca las pilla en movimiento,
un día sucederá. Cuando inauguró la tienda pensó encerrarse y dejarse morir,
pero al ver que las tímidas siemprevivas sobrevivían sin agua después de
semanas sin atención alguna, se dio cuenta de que él también podría vivir sin
su amor”.
L’etoile manquante, la
floristería del señor Dominique es el lugar preferido de Mercedes y Tilde, dos
españolas que llevan más de cuarenta años trabajando en Francia. Las dos creen
que están solas, porque a Mercedes la abandonó su marido nada más cruzar la
frontera y Tilde no fue capaz de encontrar a quien la quisiera. Un buen día, se
instala en sus vidas un huracán encarnado en la joven Violeta, que llega de
Madrid huyendo de un amor que se empeña en perseguirla.
No me dejes es una
novela coral que se va tejiendo con las pequeñas historias de cada uno de los
personajes, que van aportando algo a la historia de los demás creando un todo,
creando así, el libro.
El primer personaje que
nos encontramos es el señor Dominique Brulé, dueño de una floristería en París.
Un hombre tranquilo, marcado por la muerte prematura de su joven esposa. El
señor Brulé conoce a la perfección cada una de sus flores a las que mima con
mucho cariño, válgame la redundancia. Además, posee la maravillosa capacidad de
saber exactamente qué flor vender a cada cliente. Mejor dicho, la flor que le
corresponde a cada persona que pasa por su tiendecita. A este personaje se le
unen diariamente dos mujeres españolas, Mercedes y Tilde, sus mejores clientas,
que huyeron de sus respectivas vidas: la una de su marido que la abandonó nada
más pisar suelo francés; y la otra de una familia que a penas la hacía caso. Finalmente,
está el personaje de Violeta, una joven madrileña que huye de un amor no
correspondido. Una chica que va a suponer un soplo de aire fresco para los
otros protagonistas.
Los cuatro personajes
tienen algo en común, algo que les une más allá de sus diferencias: el dolor y
el abandono. Son personajes marcados por la tragedia en sus vidas, que a pesar
de haber sucedido hace años, sigue marcando su día a día. Y precisamente de
esto trata el libro: de cómo cada uno de ellos lleva el dolor y el abandono.
Cómo sobreviven a su pasado y en qué vuelcan ese dolor y ese sobrevivir. Así,
Dominique se vuelca en las flores. Mercedes y Tilde se vuelcan la una en la
otra y Violeta sigue adelante gracias a sus inesperados confidentes. En todas
estas tramas, la floristería juega un papel clave, ya que es el nexo de unión
entre todos ellos, la guarida, el lugar seguro para cada uno de ellos, donde
dar rienda suelta a sus desventuras, sonrisas y alguna que otra risa.
En general, No me dejes
es una historia bastante sencilla y simple que se convierte en una narración
compleja por los cambios de tiempo y narrador. A lo largo de la novela se
mezcla el presente con el pasado, algo habitual en muchos libros, pero el autor
aquí va un poco más allá y, además, mezcla un narrador en primera persona con
un narrador en tercera persona. Un hecho que resulta bastante chocante y
confuso, sobre todo al principio. Y al que sin embargo, no he conseguido
acostumbrarme en el resto del libro.
En verdad, no es una
novela que me haya gustado especialmente: en ocasiones me ha resultado una
lectura un poco pesada con tantas vueltas al tema del dolor y el abandono, y
también confuso con tantos flashbacks y cambios de narrador. Sin embargo, me
animo sin duda alguna a seguir leyendo las obras de este autor. El próximo
libro suyo que leeré será La parte escondida del iceberg. Seguiré
informando.