"Yo solo tenía dos días de vida la primera vez que vi a Auggie Pullman. Yo no me acuerdo, claro, pero me lo contó mi madre. (...) Auggie ya tenía tres meses. Había tenido que quedarse todo ese tiempo en el hospital porque necesitaba que lo operasen para que pudiera respirar y tragar."
![]() |
Portada El juego de Christopher R.J. Palacio |
El juego de Christopher
es la tercera entrega de la saga Wonder de J. R. Palacio, una nueva entrega en
la que nos dan el punto de vista de Christopher, el mejor amigo de August. Tras
enamorarnos de Auggie en La lección de August y conocer la historia de Julian,
ahora se nos abre un nuevo frente en esta historia: ¿cómo era la vida de August
antes de ir al colegio? La respuesta la conoceremos de la mano de Christopher.
Sinopsis: Christopher
fue el mejor amigo de August desde que eran bebés hasta que se cambió de casa.
Estuvo a su lado durante todas sus operaciones y desengaños, y también en los
buenos momentos, como cuando veían La Guerra de las Galaxias o imaginaban
viajar juntos a Plutón. Pero desde entonces han pasado muchas cosas, y Auggie y
Christopher han tenido que aprender que la verdadera amistad merece un esfuerzo
extra.
El juego de Christopher
es un libro que transcurre en un solo día, alternándose con algunos flashbacks
que nos explican algunas de las situaciones. Christopher es el mejor amigo de
August desde que eran unos bebés, y está más que acostumbrado a su aspecto. Sin
embargo, todo cambia al mudarse de casa. Al contrario que con los protagonistas
de los otros libros, en Christopher se da un cambio a la inversa. Por un lado, tras la mudanza y
conocer a otros chicos de su edad, Christopher empieza a ser consciente del aspecto de August
y a avergonzarse de él cuando ve cómo reaccionan sus nuevos amigos ante su
aspecto. Por otro lado, por egoísmo, pues al pensar que su madre había acudido en
ayuda de sus amigos en vez de ir a donde su propio hijo, empieza a ver las
cosas injustamente.
Christopher es un
personaje que se deja llevar por lo que dicen los demás, y las ganas de quedar
bien, caer bien y no hacer el ridículo, lo que le lleva a portarse no demasiado
bien con uno de los miembros de su grupo de rock extraescolar (símil con la
historia de su amigo Auggie). Sin embargo, la situación cambia cuando se da
cuenta de que a pesar de ser casi las doce de la noche, August se queda a su
lado para ayudarle con su examen de matemáticas. Entonces es cuando cobra
sentido para él aquella frase que dice su madre: “cuando los buenos amigos nos
necesitan, hacemos todo lo posible por echarles una mano”.
Un tercer libro que a
pesar de que pueda parecer innecesario, al leerlo no nos hace sino darnos
cuenta de lo, precisamente, necesario que es para comprender un poco más el
mundo de August y la gente que lo rodea. Una novela juvenil de nuevo imprescindible
para todos aquellos que se engancharon a Wonder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario