miércoles, 27 de julio de 2016

RESEÑA: LA MÚSICA DEL SILENCIO



La música del silencio de Patrick Rothfuss, una novela corta publicada en 2014 que se suma a la historia de El nombre del viento y El temor de un hombre sabio, cuya protagonista es Auri, uno de los personajes más queridos de las novelas anteriormente citadas del autor. No se trata de la esperada tercera parte de la trilogía, pero sí es cierto que hace las delicias de los seguidores del mundo de Kvothe, por lo menos las mías.

Portada La música del silencio
Patrick Rothfuss

Sinopsis: La Universidad, el bastión del conocimiento, atrae a las mentes más brillantes para aprender ciencias como la artificería y la alquimia. Pero bajo esos edificios y sus concurridas aulas existe un mundo en penumbra.

En ese laberinto de túneles antiguos, de salas y habitaciones abandonadas, de escaleras serpenteantes y pasillos semiderruidos vive Auri, otrora alumna de la Universidad. Ahora cuida de la Subrealidad, de la que ha aprendido que hay misterios que no conviene remover. Ya no se deja engañar por la lógica en la que tanto confían en lo alto: ella sabe reconocer los sutiles peligros y los nombres olvidados que se ocultan bajo la superficie de las cosas.


En La música del silencio se nos presenta la vida de Auri en la subrealidad. Un libro igual de raro, extraño, un poco incomprensible y extravagante, que la protagonista, que nos invita a ver más allá de las cosas, a no quedarnos solo en la superficie y profundizar más.  


“Debería haber tenido más cuidado con el mundo. Ella conocía la naturaleza de las cosas. Sabía que si no pisabas siempre ligero como un pájaro, el mundo se derrumbaba para aplastarte. Como un castillo de naipes. Como una botella contra la piedra.”

  
Es una novela fantástica llena de descripciones, y sin diálogos. Toda la fuerza de la narración recae en las descripciones y en el relato del día a día de Auri. Un auténtico monólogo entre Auri y su entorno.

Como dice el propio Patrick Rothfuss: “por entonces ya me di cuenta de que no tenía nada de normal. No hacía las cosas que deben hacer las historias como Dios manda. Era, según todos los parámetros tradicionales, un desastre. Pero el caso es que me gustaba. Era rara, descabellada, complicada y carecía de muchos elementos que se supone que necesitan las historias. Pero, de alguna manera, funcionaba.”

Por otro lado, al principio resulta un poco chocante, pues es un formato totalmente diferente a las otras dos novelas de Patrick Rothfuss (El nombre del viento y El temor de un hombre sabio). Sin embargo, a medida que nos adentramos en la historia, te acabas acostumbrando a todas las extravagancias del libro, te familiarizas con Auri y su peculiar forma de ver las cosas.


“No deseabas cosas para ti mismo. Eso te empequeñecía. Eso te mantenía a salvo. (…) Y si tenías cuidado, si formabas parte de las cosas correctamente, entonces podías ayudar. Arreglabas lo que se había roto. Prestabas atención a las cosas que encontrabas torcidas. Y confiabas en que el mundo, a cambio, te ofreciera la oportunidad de comer. Era la única forma elegante de actuar. Todo lo demás era orgullo y vanidad.”

Se personifican todos los objetos y lugares (más bien, Auri dota de personalidad a todas las cosas. Al principio este hecho resulta un poco confuso, pero según se va leyendo te amoldas a ello, te acabas familiarizando con esta peculiaridad, e incluso empatizando con los objetos).


“Había días que te aplastaban como una losa. Otros eran veleidosos como gatos, se escabullían cuando necesitabas consuelo y regresaban más tarde, cuando tú ya no los querías, incordiándote y reclamando tu atención.”


La protagonista es Auri,  una chica extravagante, muy controladora, obsesionada con el orden, de ideas fijas y rutinas muy marcadas. Como la describe el propio autor: una chica extraña, dulce y dañada.

Auri podría padecer un trastorno obsesivo compulsivo. Tiene una mentalidad infantil, o por lo menos a mí me recuerda a un niño, pero a la vez nos presenta una mentalidad compleja, que lee entre líneas y busca en lo profundo de las cosas.


En resumen,  es uno de los libros más raros que he leído, pero tiene algo, precisamente esa peculiaridad, esas extravagancias que lo hacen único y me ha gustado. Eso sí, al principio es muy desconcertante, pero al final me ha dejado con ganas de conocer más a este personaje y la subrealidad.

viernes, 22 de julio de 2016

RESEÑA: LA FORJA DE LA PROFECÍA



La forja de la profecía es la primera novela de las autoras Elsa Lacruz y Leticia S. Murga, editada por Ediciones Atlantis.


Leticia S. Murga (Burgos, 1982) es licenciada en Traducción e Interpretación, y Comunicación Audiovisual. Al igual que muchos traductores, estaba convencida de que en el fondo ella era una escritora frustrada, hasta que un día decidió demostrarse a sí misma que esa frustración no tenía cabida en su vida. “La forja de la profecía” es la culminación de su recorrido interno que no ha hecho más que comenzar.





Elsa Lacruz (Vitoria, 1984) es licenciada en Física y una gran apasionada de la fantasía y la ciencia ficción. Trabaja como programadora mientras sueña con tener suficiente tiempo libre para dedicarlo a leer y escribir. “La forja de la profecía” nace como respuesta a la pregunta: ¿Qué libro me gustaría leer? Tras meses de trabajo y una lucha conjunta contra la criatura, nace esta épica historia.






Portada La forja de la profecía
Elsa Lacruz y Leticia S. Murga
Sinopsis: Es un apasionante thriller mitológico en el que los dos protagonistas se verán atrapados, muy a su pesar, en una trepidante aventura para recuperar un ancestral artefacto forjado por los dioses y evitar que sea utilizado para destruir el mundo.

Sofía es una joven estudiante de doctorado que durante el curso de sus investigaciones se verá transportada al pasado por culpa de un hechizo lanzado por el poderoso dios Ilmarinen. En la Finlandia del siglo XVI conocerá a Eino, el apuesto herrero del castillo del señor feudal Gunnar Haarland y último descendiente del dios. Pronto ambos jóvenes se darán cuenta de que tienen algo que el enemigo codicia para poder sembrar el caos y la destrucción en la tierra. Sofía, mientras se ve envuelta en las intrigas del castillo, tendrá en sus manos la responsabilidad de convencer a Eino de que olvide su rencor hacia los dioses y acepte su linaje para poder salvar el mundo. Juntos tendrán la misión de vencer al enemigo en la peligrosa carrera por completar el Sampo: un objeto mitológico dividido en tres fragmentos que da poder sin límites a quien lo posea. Rodeados de incesantes peligros y amenazas desconocidas, no tardarán en darse cuenta de que solo pueden confiar el uno en el otro, y pronto otros sentimientos se abrirán paso entre ellos.


Los personajes principales son Eino y Sofía:

Eino es un hombre con un físico increíble, con el que “no se podía competir y que para casi todas las jóvenes de la zona, aquel joven era todo lo que una mujer podía pedir”. Rubio y de ojos plateados, magnéticos, siempre había sido grande para su edad y había tenido que aprender a controlar su fuerza y sus impulsos. Eino es una persona orgullosa, que no pierde el aplomo. Muy marcado tanto por la tragedia familiar, como por la pérdida de Alina, su primer amor.

Sofía es una mujer centrada en su doctorado, marcada también por una tragedia familiar. Vive por y para la investigación. A veces resulta infantilmente terca, mimada o caprichosa, y un tanto irracional, que no atiende a razones. Solo se preocupa por sí misma. Sin embargo, en otras ocasiones da la imagen de una mujer con mucho carácter que no se deja doblegar.


La forja de la profecía es un libro que engancha, fácil de leer, aunque a veces resulta redundante o se pierde un poco por las ramas. Tanto a los diálogos como a la narración les falta un poco de naturalidad y fluidez, y a veces la narración es un poco repetitiva. Por ejemplo: cuando Sofía se dice que el sueño recurrente que tiene con Eino es un indicio de que debe desmelenarse. En un solo capítulo aparece el comentario varias veces.

La novela tampoco carece de humor: las  descripciones de lo que vive Eino, de la vida moderna, son originales y divertidas. Te sacan una sonrisa de la boca. 


“Sofía le ofreció también una bebida. El vaso era metálico de color rojo y solo tenía un pequeño agujero para beber. Se acercó el extraño recipiente a los labios y probó el contenido. La bebida era dulce y tenía algo que daba saltitos en su boca. La sensación le sorprendió tanto que se atragantó (…)
- Es un refresco, las burbujas son gas.”


Por otro lado, después de toda la historia creada alrededor del Sampo, de su recuperación y de las nefastas consecuencias de su pérdida, he echado de menos una lucha más cruenta, más épica. Me ha parecido muy light, demasiado simple. Aunque como dice Sofía, ella pensaba “que ocurrirían todas esas cosas que ocurren en las películas, pero cuando estuvieron cara a cara contra el malvado noble, las cosas fueron muy distintas. No hubo charla sobre el valor ni la honradez. Tampoco se detuvo el tiempo. Simplemente ocurrió. Rápidamente.”

En cuanto al final, no me ha decepcionado. A pesar de presentar una resolución simple, resulta convincente. El epílogo es corto pero contundente, de gran  impacto.

En resumen, una novela de fantasía muy recomendable, entretenida y aconsejable para todos aquellos que les guste este género y los viajes en el tiempo o que se quieran iniciar en la materia.

martes, 19 de julio de 2016

RESEÑA: CHARLOTTE TIENE LA PALABRA. WONDER



“Pasito a pasito, como diría la señora Atanabi. Todo empieza pasito a pasito”.


Portada Charlotte tiene la palabra
R.J. Palacio
Tras leer ilusionada las anteriores entregas de Wonder, por fin he podido disfrutar de la última parte de la saga: Charlotte tiene la palabra. Una novela juvenil, de nuevo, indispensable para todos los seguidores de Auggie Pullman, y una nueva perspectiva que se suma a su gran historia.


Sinopsis: La lección de August ha recordado a más de cuatro millones de lectores de todo el mundo la importancia de ser amable a través de la historia de Auggie, un chico normal con una cara que lo hace único y cuyo primer año en el colegio cambió la vida de todos cuantos lo rodeaban.

Esta tercera entrega de la saga arroja una nueva luz sobre ese primer año desde la perspectiva de Charlotte, la chica elegida por el director como “amiga de bienvenida” de August los primeros días del curso. Charlotte es una chica inteligente y amable que también lucha por encontrar su lugar y ser aceptada en los círculos más populares del colegio, lo que en ocasiones la llevan a actuar influenciada por el qué dirán.


En Charlotte tiene la palabra, de R.J. Palacio, la vida de Charlotte transcurre entre la lucha por encontrar su lugar y hacerse un hueco entre los populares del colegio. Sin embargo, un día su vida da un giro inesperado cuando es elegida como acompañante de August durante su primer curso. Aquí comienza una lucha moral entre el qué dirán y permanecer junto a Auggie.


La protagonista de esta historia es Charlotte, una chica a la que le importa quedar bien delante de la gente y lo que piensen de ella. Por eso, a lo largo del libro va a actuar conforme a lo que piensen los demás. Es una chica con falta de personalidad y carácter, que se deja arrastrar e influenciar por los otros chicos de su edad. Su arco de transformación consiste en que va a ser capaz de dejar a un lado los prejuicios, el qué dirán, para centrarse en lo que ella realmente opina y actuar bajo sus propios criterios.

A diferencia de los anteriores libros, este se centra más en Charlotte y su búsqueda del lugar y aceptación, alejándose del problema de August, el verdadero nexo de unión entre todas las historias.


En resumen, al igual que en los libros anteriores, el vocabulario es sencillo y fácil de entender, y la autora utiliza un lenguaje acorde a la edad de los personajes.
La saga Wonder, son historias muy fáciles de leer y que enganchan. Sin embargo, tras ser el cuarto libro que trata sobre el mismo tema, en ocasiones resulta un tanto redundante y repetitivo.


El punto fuerte del libro, sin duda, es la historia.
Como punto negativo, destacar que se le da demasiadas vueltas al mismo tema y pierde el factor novedoso. 






jueves, 14 de julio de 2016

RESEÑA: EL JUEGO DE CHRISTOPHER. WONDER



"Yo solo tenía dos días de vida la primera vez que vi a Auggie Pullman. Yo no me acuerdo, claro, pero me lo contó mi madre. (...) Auggie ya tenía tres meses. Había tenido que quedarse todo ese tiempo en el hospital porque necesitaba que lo operasen para que pudiera respirar y tragar."



Portada El juego de Christopher
R.J. Palacio
El juego de Christopher es la tercera entrega de la saga Wonder de J. R. Palacio, una nueva entrega en la que nos dan el punto de vista de Christopher, el mejor amigo de August. Tras enamorarnos de Auggie en La lección de August y conocer la historia de Julian, ahora se nos abre un nuevo frente en esta historia: ¿cómo era la vida de August antes de ir al colegio? La respuesta la conoceremos de la mano de Christopher.


Sinopsis: Christopher fue el mejor amigo de August desde que eran bebés hasta que se cambió de casa. Estuvo a su lado durante todas sus operaciones y desengaños, y también en los buenos momentos, como cuando veían La Guerra de las Galaxias o imaginaban viajar juntos a Plutón. Pero desde entonces han pasado muchas cosas, y Auggie y Christopher han tenido que aprender que la verdadera amistad merece un esfuerzo extra.


El juego de Christopher es un libro que transcurre en un solo día, alternándose con algunos flashbacks que nos explican algunas de las situaciones. Christopher es el mejor amigo de August desde que eran unos bebés, y está más que acostumbrado a su aspecto. Sin embargo, todo cambia al mudarse de casa. Al contrario que con los protagonistas de los otros libros, en Christopher se da un cambio a la inversa. Por un lado, tras la mudanza y conocer a otros chicos de su edad, Christopher empieza a ser consciente del aspecto de August y a avergonzarse de él cuando ve cómo reaccionan sus nuevos amigos ante su aspecto. Por otro lado, por egoísmo, pues al pensar que su madre había acudido en ayuda de sus amigos en vez de ir a donde su propio hijo, empieza a ver las cosas injustamente.

Christopher es un personaje que se deja llevar por lo que dicen los demás, y las ganas de quedar bien, caer bien y no hacer el ridículo, lo que le lleva a portarse no demasiado bien con uno de los miembros de su grupo de rock extraescolar (símil con la historia de su amigo Auggie). Sin embargo, la situación cambia cuando se da cuenta de que a pesar de ser casi las doce de la noche, August se queda a su lado para ayudarle con su examen de matemáticas. Entonces es cuando cobra sentido para él aquella frase que dice su madre: “cuando los buenos amigos nos necesitan, hacemos todo lo posible por echarles una mano”.

Un tercer libro que a pesar de que pueda parecer innecesario, al leerlo no nos hace sino darnos cuenta de lo, precisamente, necesario que es para comprender un poco más el mundo de August y la gente que lo rodea. Una novela juvenil de nuevo imprescindible para todos aquellos que se engancharon a Wonder.